Asignación semanal: Hazla valer
Pero, primero, un anuncio de interés público: desde el equipo de Benjamin Talks ofrecemos educación financiera accesible y amigable para los más pequeños. Sabemos y valoramos que cada familia (¡incluso cada niño!) es diferente y esperamos que puedan tomar en cuenta nuestras recomendaciones y adaptarlas a las necesidades individuales de sus familias. Somos un equipo de madres sin prejuicios, por lo que cuando se trata de su dinero y de sus hijos… queremos que ustedes sean quienes tomen las riendas.
Nuestro pequeño aporte
En la familia de Benjamin Talks, creemos que la asignación semanal es la base de la destreza financiera. Al igual que no se puede aprender a nadar sin agua, no se puede aprender a administrar el dinero responsablemente sin, bueno, administrar dinero. Estudios han demostrado que casi dos tercios de las familias americanas dan a sus hijos una asignación semanal, y que cuatro de cinco familias ligan el dinero de su niños a la realización de tareas del hogar. Pero, ¿están los jóvenes americanos sacándole el mayor provecho a su asignación semanal? Pareciera que las condiciones están dadas para enseñarles a los niños sobre el dinero- ahora solo queda transformar el momento de la asignación familiar en una práctica familiar significativa.
En tanto los niños crecen en una época cada vez más digitalizada, creemos que es esencial volver a lo básico cuando se trata de dinero. Los niños necesitan manipular billetes y monedas, intercambiar su efectivo por objetos que quieran comprar y contar el cambio. Tienen que aprender, a través de la experiencia, que una vez que el efectivo se gasta, se va, literalmente, para siempre. Necesitan ordenar, contar, y clasificar el dinero en sus alcancías y billeteras. Antes de que nuestros hijos se vuelvan expertos en todo, desde Apple Pay hasta Zelle, creemos que el efectivo debe ser el protagonista para nuestros pequeños especialistas en dinero.
En nuestra familia de Benjamin Talks, preferimos adoptar una actitud de “buen compañero” en lo que respecta a la asignación semanal. Como en cualquier equipo deportivo exitoso, cada jugador sabe cuál es su rol, utiliza sus habilidades y colabora cuando es necesario para el bien del equipo. Este enfoque holístico respecto de la asignación semanal significa que en vez de atar el dinero de nuestros niños a la realización de una lista de tareas cada semana (método que ya parece suficientemente intensivo para nosotros los adultos), simplemente esperamos de nuestros hijos que colaboren y que aporten su granito de arena para que la convivencia fluya. Muchos niños quieren ayudar voluntariamente, y ganan confianza y seguridad al asumir la responsabilidad por algunas tareas del hogar. En nuestras familias, nuestros pequeños ordenan la ropa, ponen la mesa y sacan la basura. En su casa, quizás pasan la aspiradora o le dan de comer al perro.
En breve, los niños deberían ayudar cuándo y dónde se los necesita. En cambio, cuando la asignación semanal está ligada directamente a tareas individualizadas y específicas, los niños pueden decidir renunciar a sus responsabilidades en cualquier momento si consideran que no necesitan el dinero de manera inmediata. Por el otro lado, los niños (al igual que sus padres agotados), son seres imperfectos, e inevitablemente muchas veces las cosas no salen de la manera planeada. Siempre y cuando hayan hecho un esfuerzo para ser un miembro colaborativo y considerado de la familia, las madres de BT estamos contentas de darles a nuestros pequeños Benjis su recompensa semanal. Y, ¿esos trabajos extras? Les damos a nuestros hijos dinero adicional por aquellos proyectos que requieren de más tiempo y esfuerzo: armar un nuevo juego de columpios, limpiar el garage o incluso cuidar de uno de sus hermanos menores.
¿Cuánto dinero debería ganar su pequeño compañero de equipo por semana? Este número puede variar significativamente para cada familia y puede depender de la edad, de la cantidad de hijos, y de la situación financiera de la familia. Algunos expertos recomiendan que la paga semanal se corresponda directamente a la edad. (Un niño de cinco años recibe, por ejemplo, cinco dólares cada semana). Otras familias podrían darle $3 a la semana a cada uno de sus hijos, mientras otros podrían repartir $20 o más para los más grandes que son responsables por mayores gastos personales. La respuesta simple: no hay una respuesta simple. Cualquier cantidad de dinero, por más pequeña que sea, es para los niños una poderosa herramienta para gastar, ahorrar o donar, con el beneficio de que hay poco en juego y los posibles contratiempos no resultan demasiado costosos.
Recomendamos que una vez que los niños reciban su paga semanal, inmediatamente dividan su dinero en tres compartimentos transparentes- SPEND (gastos), SAVE (ahorros) & GIVE (donaciones). De hecho, creemos tan firmemente en este enfoque que estuvimos trabajando meses en el diseño de una alcancía que permita llevar a cabo exactamente este método. (Vean aquí nuestro nuevo producto, el Benji Bank. Odiamos ser nosotras quienes lo digan, pero esta alcancía es dinero). Cada familia, incluidos sus hijos que cobran sus asignaciones semanales, debería decidir como quiere distribuir sus fondos semanales entre los compartimentos de SPEND, SAVE y GIVE. Los compartimentos transparentes permiten que los niños vean literalmente su dinero multiplicarse, lo que los incentiva aún más a trabajar por ganar su asignación semanal. Permitir que los niños vean su dinero en estas tres simples divisiones los prepara para una vida de planificación financiera.
Spend. Gastos.
El compartimento SPEND permite que los niños puedan tomar el control sobre sus deseos semanales. Las cartas de Pokemon sin las que simplemente no puede vivir. La subscripción al Apple Arcade para tener acceso a entretenimiento ilimitado. El esmalte de uñas violeta por el cual nunca pagarías. Darles a los niños algunos dólares para gastar como gusten cada semana les ofrece una poderosa responsabilidad sobre sus decisiones. Por ejemplo, dejamos que nuestro pequeño de seis años use $5 de su dinero para gastar en uno de los viajes a Target. En vez de ser un aburrido (y probablemente quejoso) observador pasivo a un laborioso viaje de compras, de repente, nuestro pequeño Benji era un empoderado comprador, comparando precios para determinar qué compra valía la pena. Aunque meditó su elección de un auto Hot Wheels por lo que parecieron horas, el orgullo que sentía sobre su compra hizo que aquellos autitos de carrera fueran infinitamente más valiosos para él. No sólo habíamos evitado un colapso en pasillo 9, sino que habíamos transformado un momento del día a día en una experiencia de aprendizaje sobre gastar dinero. Sabemos de primera mano como un simple viaje a una tienda puede convertirse en una lección sobre educación financiera, todo mediante unos pocos dólares en la mano de nuestros hijos.
Save. Ahorros.
En una era en la que Netflix ofrece miles de series y películas al alcance de la mano de nuestros hijos, Amazon hace entrega del último modelo del más nuevo juguete solo un par de horas después de que ha sido ordenado y las compras de supermercado parecen materializarse mágicamente frente a nuestra puerta, ahora, más que nunca, es esencial que les enseñemos a nuestros hijos el poder de la gratificación postergada. Aquí es donde entra en acción la caja SAVE. Los niños deberían ahorrar una cantidad determinada de su asignación semanal cada semana, sin falta, para alcanzar un objetivo de ahorro a largo plazo. El contenedor SAVE de nuestros hijos no está destinado necesariamente a financiar su educación universitaria o a la compra de su primer auto. Aunque se trata de objetivos valiosos, el contenedor SAVE puede servir para los antojos más costosos que forman parte de la lista de deseos de nuestros hijos que pueden requerir de semanas o meses de cuidadosa planificación para poder ser comprados. Un nuevo juego de lego de Harry Potter. Un nuevo par de tacos de soccer. Tickets a Disney on Ice. Su hijo atesorará esas posesiones y experiencias mucho más si ha tenido que planear y ahorrar para ellas. Incluso recomendamos endulzar el trato para sus pequeños con el atractivo del interés: díganles que harán crecer sus ahorros mediante interés compuesto hasta un monto acordado y observen a sus pequeños ahorradores florecer. Ahorrar, como comer sano, es un hábito. Si lo hacemos de manera habitual y una parte indiscutible de las ganancias de nuestros hijos, esta habilidad se volverá parte de su rutina de vida. Para ese entonces, nuestro guardavidas adolescente sabrá que un cierto porcentaje de sus ganancias de cada uno de sus salarios debe ser destinado a sus ahorros, sin cuestionarlo.
Give. Donaciones.
Al igual que gastar responsablemente y ahorrar sabiamente, donar de manera considerada requiere práctica. Las madres de BT animamos a nuestros hijos a utilizar sus dólares de GIVE para las frecuentes oportunidades que parecen surgir de forma orgánica en su vida diaria. ¿Campaña de comida de Acción de Gracias? Vamos al supermercado y dejamos que nuestro hijo use los sus dólares para donar para comprar su puré de manzana preferido para una familia que lo necesita. ¿Campaña de regalos navideños? Dejamos que nuestra hija elija un regalo en la juguetería local y lo compre con su fondos para donaciones. ¿Apoyando a las Niñas Exploradoras del vecindario? Dejamos a nuestro pequeño contar sus dólares de donaciones y comprar su galletitas de menta favoritas (¡todos salimos ganando!). Es cierto que requiere planificación y que toma algunos minutos adicionales, pero el hecho de que los niños se apropien de aquellos momentos en que ayudan a otros les permite experimentar la alegría que viene con la generosidad de espíritu. Esa alegría despierta entonces el deseo de seguir ayudando y comienza un círculo de bondad y empatía. Mediante las escuelas, organizaciones religiosas y organizaciones de beneficencia locales, hay infinitas opciones donde nuestros hijos pueden ayudar. Como padres, simplemente necesitamos ofrecer a nuestros hijos la posibilidad de dar de manera significativa para sentar las bases de una vida de compasión y generosidad.
Cuando se usa prudentemente, la asignación semanal puede ser la herramienta más poderosa para hacer que los niños, tanto jóvenes como mayores, sean financieramente responsables. Como jugadores de equipo que trabajan en la casa y cosechan las recompensas de su arduo trabajo, los niños ganan independencia, confianza y competencia. Al tomar decisiones de cómo gastar, haciendo un cuidadoso seguimiento de sus ahorros semanales, o apropiándose de las oportunidades para donar y ayudar, los niños están construyendo silenciosamente hábitos inteligentes en el manejo del dinero que los acompañarán en sus futuros. Esencialmente, al hacer de la asignación semanal un momento habitual de la rutina familiar, los padres están iniciando un diálogo cotidiano sobre el dinero que, literalmente, no tiene precio.
Queremos saber qué están pensando
Dejamos dos preguntas muy importantes que, los adultos, debemos discutir con nuestros hijos antes de comenzar la rutina de la asignación semanal:
“¿De qué formas puedes colaborar regularmente para hacer que el equipo familiar trabaje en conjunto? Hagamos una lluvia de ideas para ver cómo puedes ayudar para recibir tu asignación semanal.”
“Dado que tienes siete años, vas a recibir siete dólares cada domingo a la noche (¡asumiendo que fuiste un miembro colaborativo del hogar durante la semana, por supuesto!). ¿Cómo te parece que deberíamos dividir tus siete dólares entre los contenedores SPEND, SAVE y GIVE cada semana?”